El HDR nace con la idea de conseguir un mayor rango lumínico en las fotografías, es decir, acercarse a la visión humana en una sola fotografía. El ojo humano es capaz de detectar todas las tonalidades de una misma escena al ir adaptando el foco y con ello conseguir una visión de conjunto sobre lo que se está observando. En fotografía para poder conseguir este efecto, es necesario que se procesen varias fotos sobre la misma escena con características lumínicas distintas. La técnica de HDR permite que todas las zonas de la fotografía queden perfectamente expuestas, aunque tengan niveles de luminosidad muy diferentes y contrastados. Con esto se consigue obtener detalle en toda la fotografía aunque una única toma tenga un gran contraste entre las altas luces y las sombras.
Para que esto quede más claro, pondré un ejemplo para la creación de una fotografía en HDR y todos los pasos necesarios para llegar al resultado final. Partiremos sobre estas tres fotografías.
Como se puede apreciar en las tres fotografías, cada una de ellas presenta una luminosidad distinta. En la primera vemos que el cielo aparece “quemado”, donde no se aprecia ningún detalle de esa zona, y se ven con suficiente detalle las piedras del suelo. En la segunda imagen tenemos una luminosidad media, obteniendo algo más de detalle en el cielo, pero en contraprestación, perdemos detalle en la zona de las rocas. Y en la última, es donde tenemos mejor detalle del cielo pero donde el alto contraste de las piedras no nos deja apreciar mucho detalle en ellas.
Pues bien, mediante software específico para ello, lo que vamos a hacer es juntar estas tres fotografías en una, donde el programa determinará las zonas de mejor detalle para que se aprecien en el resultado final. Para esta tarea será necesario acudir a Photomatix, un programa específico para la creación de estas imágenes.
Vamos a seleccionar las tres fotografías y las abriremos conjuntamente en Photomatix. Tras un primer procesado interno del programa nos devuelve esta pantalla para que seleccionemos los “fantasmas” de la imagen. Tenemos que tener en cuenta que, en este caso, hay elementos que cambian de una toma a otra, el agua. Como se puede apreciar en las tres imágenes, el movimiento del agua es distinto en cada una. Con lo que el programa nos da la opción de que seleccionemos la fotografía base para la creación de la escena final.
En nuestro caso seleccionaremos la imagen central como base, la que presenta una luminosidad media de toda la escena. En este punto todavía no se aprecia ningún cambio, pero ya estamos cerca de la imagen final.
En la siguiente captura de pantalla ya podéis ver el panel central del programa donde podremos modificar todos los aspectos que queramos: tipo de iluminación, contraste, saturación… Y aquí es donde entra el gusto de cada uno. Solo queda ir jugando con los valores que nos ofrece Photomatix para dejar la imagen a nuestro gusto. A la derecha tenemos una serie de miniaturas de ejemplos de como quedaría la fotografía según unos ajustes preestablecidos por el programa. Y a la izquierda todos los valores que podemos modificar nosotros individualmente.
Llegados a este punto ya se puede apreciar realmente el cambio que ha experimentado la imagen desde las tres primeras tomas. En este caso podéis ver cuales han sido los valores que he utilizado yo para llegar a este resultado. Y ya solo nos queda decirle a Photomatix que procese la imagen con los valores introducidos. Una vez ha procesado la fotografía final, nos ofrece un último retoque antes de guardarla. Y estos retoques se refieren a la saturación de los colores, que nos ofrece la opción de poder saturar los colores por separado; el contraste y el enfoque.
Y ya solo nos queda guardar la imagen obtenida. Ahora, muchas veces, es necesario recurrir a otros programas de edición para acabar de darle el resultado final a la fotografía. Como podéis observar, la imagen presenta una inclinación hacia la derecha, lo cual procederé a enderezar con Photoshop CS6. Uno de los defectos que presentan este tipo de imágenes recién salidas de Photomatix, es la pérdida de enfoque, lo cual intentaremos corregir añadiéndole una máscara de enfoque con Photoshop, junto con el resto de retoques básicos de cualquier proceso de revelado digital.
Y aquí tenéis el resultado final.
Como habéis podido comprobar, no se trata de un proceso extremadamente complicado, pero sí requiere su tiempo el acabar de conocer e interpretar todos los elementos de Photomatix. Y como todo en esta profesión, requiere de tiempo, paciencia e ir probando hasta conseguir el resultado deseado.
Espero que os haya gustado el proceso y hayáis aprendido algo más sobre este fascinante mundo de la fotografía digital. Y ya solo me queda recomendaros que visitéis mi galería de Flickr para ver algunas de mis fotografías en HDR.
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