Cuando tienes en mente un nuevo negocio, una de las primeras cosas que piensas es en poder llegar al máximo de gente posible. El poder conseguir un amplio abanico de potenciales clientes.
Mucha de la publicidad que consumimos hoy en día es a través de internet y redes sociales, con lo que una de las primeras medidas para publicitar tu producto pasa por crearse cuentas en las diferentes redes sociales disponibles. Desde aquí será fácil divulgar tus productos, en mi caso, fotografías.
Pero no siempre se va a recurrir a este tipo de publicidad. El boca a boca, el poder enseñar tu trabajo en alguna muestra, ferias y festivales relacionados con el mundo de la fotografía van a ser otras formas de dar a conocer tu trabajo. Y ahí es donde radica, a mi modo de ver, la importancia de diseñar una buena tarjeta de visita.
No siempre podemos llevar encima una muestra de nuestros trabajos. El llevar contigo una tablet o el móvil cargado con tus fotografías no te garantiza que puedas enseñarlas siempre que quieras, a parte de no ser algo muy cómodo. Por eso opté por diseñar las tarjetas que he acabado imprimiendo.
Tarjetas de visita hay de muchos tipos, colores, formas, tamaños… Algunas más simples, otras más complejas, pero en mi caso opté por el tamaño estándar en España (88x59mm), y he querido añadir un “pequeño porfolio”. Después de darle muchas vueltas a qué diseño o fotografía incluir, me decidí por crear varios diseños, con una muestra de mis mejores fotografías. En este caso seleccioné 5 de ellas, que representan todo el abanico de fotografías que hago.
Como podéis comprobar, hay fotografías de varios estilos: paisajes, books, bodas y niños; que son los cuatro tipos de fotografía que realizo por encima del resto. Con esto me garantizo poder tener, en un mínimo de espacio en el bolsillo, una pequeña muestra de todos los trabajos que hago, pudiendo dar en cada ocasión una tarjeta distinta según al público que vaya dirigido.
En la parte frontal he querido mantener un diseño sencillo con la fotografía y mi nombre, pero sólo con esto no se da toda la información necesaria. Con lo que se me hace indispensable introducir el resto de información en la parte trasera de la misma (dirección web, mail y teléfono). Y para ello he decidido dejar la misma fotografía para todos los modelos, eligiendo una foto de boda.
Una vez diseñadas las tarjetas, lo que más dolor de cabeza me ha dado, ha sido dónde imprimirlas. Con una simple búsqueda en Google sobre tiendas on-line de impresión de tarjetas, te das cuenta de la cantidad de opciones disponibles que hay. Comentando con amigos que habían utilizado alguno de estos servicios, y valiéndome de las opiniones encontradas sobre las diferentes páginas en internet, acabé decidiéndome por imprimirlas en Moo. El feedback de los clientes que habían usado este servicio me pareció muy importante a la hora de elegirlos, asegurando una alta calidad. Y sobretodo las opciones de edición que ofrecen, pudiendo elegir entre los diseños predefinidos que tienen o subir los tuyos propios. Algo que me acabó de enamorar de este sitio es la opción de personalización, pudiendo tener varios modelos por el mismo precio.
Me decidí por las tarjetas clásicas de 350gsm y un acabado satinado.
El plazo de envío depende de ti, teniendo la opción de un envío rápido de un día, hasta nueve. En mi caso me decidí por el envío de nueve días, reduciendo así el precio final. El envío ha sido muy puntual, recibiendo las tarjetas en la fecha indicada desde el primer momento.
Y aquí tenéis el resultado.
Una vez recibidas las tarjetas, lo primero que hice fue comprobar que la calidad que aseguraban, era realmente la que tenía el producto. Aunque he de admitir que el papel tiene una calidad excelente para ser el producto básico, no he quedado tan satisfecho con la impresión. En las imágenes superiores no se puede apreciar, pero en las tarjetas en blanco y negro se ven, en algunas zonas, las líneas de impresión, con lo que resta calidad al resultado final. En las de color el problema es distinto. La calidad de imagen es buena, pero la intensidad y saturación del color ha perdido fuerza en la impresión. Esto puede ser debido a varios factores, bien sea por la calibración del monitor con el que fueron diseñadas, que no concuerda con el mismo de la imprenta, o bien que se ha usado un perfil de color distinto en ambos casos. Más adelante trataré de abordar esta temática, que a muchos fotógrafos nos trae de cabeza a la hora de imprimir nuestros diseños.
Y ya solo me queda por decir, que cuando me veáis, no perdáis la oportunidad de pedirme alguna tarjeta o recomendarme a vuestros contactos.
Deja una respuesta